Decir adiós a su mascota

Hablar de la muerte a los más pequeños es algo para lo que nunca se está preparado. Los padres deseamos proteger a nuestros hijos de experiencias dolorosas y para muchos niños, su primera experiencia real de una pérdida ocurre cuando se muere su mascota.

Niños y animales, más que simples amigos

Los animales juegan un papel importante en el desarrollo emocional de los niños. Les ayudan a exteriorizar sus emociones, les proporcionan cariño y afecto llegando a existir entre ellos unos lazos afectivos muy especiales. Una mascota querida es más que su compañero de juegos, es su amigo incondicional, le proporciona compañía, afecto y seguridad.

La muerte de un animal le permite al niño descubrir que ésta es parte de la vida . No obstante el concepto de la  pérdida de un ser querido es complejo y a los niños pequeños les cuesta entenderlo. Los padres no deben evitar que sus hijos se enfrenten a hechos tristes. En la vida deberán saber que la infelicidad existe y que pueden compartir con las personas queridas los momentos de tristeza. Esto es una parte importante de su aprendizaje.

Cómo comunicárselo

El momento más duro, sin duda, es el explicarle al pequeño que su amiguito ya no estará más con vosotros. Pero él necesitará saber lo que está pasando y que alguien le ofrezca explicaciones adecuadas a su nivel de entendimiento. Necesitará que sean completamente sinceros con él , por lo que se le debe decir la verdad con claridad para no confundirle. La falta de sinceridad solo haría que el niño, al saber la realidad tuviera una gran decepción y pérdida de confianza con respecto al adulto.

Los niños asumen estas experiencias, sobretodo, cuando se les dan explicaciones claras y honestas y se les permite expresar su dolor.

Le ayudará mucho que le hables con dulzura y afecto, usando palabras sencillas y sinceras. Siéntate con él en un lugar tranquilo, rodéalo con tus brazos y háblale sobre lo ocurrido; “ Ha ocurrido algo muy, muy triste: …. ha muerto. Ya no estará más con nosotros porque ha dejado de vivir. Lo queríamos mucho y él también a nosotros. Lo vamos a echar mucho de menos”. Se debe incidir en que su animalito no va a regresar,   si desea saber donde está contestarle según hayáis procedido.

Los niños pueden experimentar tristeza, ira, temor, negación y culpabilidad cuando se muere su mascota. También pueden ponerse celosos de los amigos que todavía tienen sus respectivos animales. Pueden manifestar su dolor a través de alteraciones en el sueño, aferrarse en exceso a las personas queridas, mojar la cama, tener pesadillas así como mostrar una conducta desobediente. Son manifestaciones que pueden tener lugar ante la elaboración de un duelo y que con tiempo, paciencia y cariño el pequeño superará.

Puede ocurrir que se empleen “mentiras piadosas” y se les diga por ejemplo, que su mascota fallecida “está durmiendo”. Esto les confunde y es contraproducente, ya que irse a dormir puede convertirse en algo amenazador que les produzca miedo. A su vez una actitud de espera o de evadir la verdad , diciéndoles por ejemplo que su perrito se ha ido de viaje o está en un hospital de animales , no hará más que aumentar el dolor.

Los niños de 3 a 5 años de edad ven la muerte como algo temporal y potencialmente reversible. Por ello, a los más pequeños se les debe decir que cuando se muere un ser vivo éste deja de moverse, ya no puede oír ni ver y no se va a volver a despertar. Tratar de protegerlo con explicaciones vagas o inexactas puede crearle ansiedad, confusión y desconfianza.

Los niños a menudo tienen preguntas tras la muerte de su animalito : ¿Por qué se ha muerto? ¿Fue culpa mía? , ¿Volveré a verlo?, ¿Si me porto bien volverá? ¿La muerte dura para siempre?. Hay que procurar contestar de una manera sencilla y sincera. No se debe olvidar que los niños tienen sus propios recursos para luchar contra la tristeza que les produce la pérdida, como su mentalidad de fantasía. La fantasía y la imaginación ocupan un importante espacio en su pensamiento.

Despedirse

Cuando su mascota enferme o se esté muriendo, debemos hablar con el pequeño acerca de sus sentimientos, hacerle entender que a nosotros también nos da mucha pena y que es normal que se sienta triste y hasta enfadado. Si es posible, es de gran ayuda que el niño le diga adiós su mascota antes de que ésta muera. De esta manera le vamos preparando para afrontar la situación.

No es aconsejable reemplazar al animal muerto enseguida, debe permitírsele al niño el espacio y el tiempo necesario para que se aflija por su mascota muerta. El será quien dicte la pauta, necesitará elaborar el duelo y la pérdida antes de intentar construir una relación con una nueva mascota. Cuando esté listo, podéis elegir uno nuevo con quien tu pequeño pueda construir otra relación de amor duradero .

Expresar el dolor y la emoción

Es muy importante fomentar la comunicación, sólo así podrás saber lo que siente y le costará menos expresar su dolor.

Los padres pueden servir de modelos al compartir sus sentimientos con él. Permite que tu hijo se dé cuenta de que es normal extrañar a su animal y anímale a que venga a ti con sus preguntas o para consuelo y alivio: esto le ayudará a comprender la realidad de lo que ha ocurrido.

Los niños necesitan asimilar sus sentimientos de tristeza o cólera así como aprender a expresar el dolor. La mejor forma de hacerlo es aprenderlo de sus padres. Cuando lloras le enseñas a tu hijo que está bien llorar.

Te ayudarán estas pautas :
  • Anímale a expresar sus emociones y sentimientos. A través de frases como “Cariño, se que estás triste, querías mucho a …, yo también lo estoy, le echaremos mucho de menos”.
  • Háblale sobre la muerte utilizando elementos de la naturaleza.
  • Ayúdale a expresar sus sentimientos por medio del juego, el dibujo, etc. Ambos son muy terapéuticos para los pequeños. Les ofrece un descanso para dejar de estar tristes y les da la oportunidad de expresar sus sentimientos a su manera.
  • En una caja de recuerdos podéis guardar las pertenencias de su mascota, realizar un álbum con sus fotos favoritas…
  • Habla de lo sucedido y de cómo se siente: le ayudará a asimilar su pérdida .
  • Recuerda junto a él momentos especiales vividos junto a su amiguito.
  • Ayuda a tu hijo con alguna clase de ritual; enterrar a la mascota, colocar flores donde se le ha enterrado, sembrar un árbol en el sitio donde ha sido enterrada, o simplemente encender una vela. El llevar a cabo un simple funeral puede ser de gran ayuda, ya que es una forma importante de ayudar a los niños a aceptar la muerte y les permite entender que ellos no son los únicos que sienten la pérdida. Sin embargo, no se les debe obligar a que asistan a estos eventos, si no lo desean.

Cariño, afecto y compañía

Organiza tu tiempo para estar con él. Que se sienta acompañado y respaldado.  Necesitará que le consueles y le des tu afecto. Los papás deben aceptar que ellos también han sufrido una pérdida y que es imposible evitarle al pequeño el dolor que siente. Pero sí podéis compartir vuestro duelo con él y hacer de éste una experiencia valiosa y positiva.

El niño, al igual que los adultos, tardará cierto tiempo en procesar su duelo al que irá enfrentándose poco a poco hasta asimilarlo y superar el dolor causado por la pérdida. Si durante este proceso se siente acompañado, protegido y apoyado, irá encontrando la forma de enfrentarse sanamente a su dolor y a aceptar la pérdida

  • La muerte explicada a mi hija.  Emmanuelle Huisman-Perrin
  • Consejos para niños ante el significado de la muerte. Alan Wolfelt
  • “El otoño de Freddy la hoja”. Leo F, Buscaglia. A medida que la hoja Freddy experimenta el paso de las estaciones con sus compañeras, aprende el delicado equilibrio que existe entre la vida y la muerte. A partir de 3 años.