Nadie nos enseña a ser padres, aprendemos en el camino muchas cosas y, en ocasiones, para lidiar con otras necesitamos una orientación de un especialista.
Son normales y comunes situaciones en las que podemos llegar a sentir que el pequeño/a se nos apodera debido a comportamientos inadecuados (rabietas excesivas, problemas a la hora de comer o dormir, deseo de una excesiva atención, enuresis -escape de pis- o encopresis -de cacas-, miedos, separación de los padres…)
En estas situaciones se trabaja con los padres para que a través de un cambio en la conducta de estos vean, gradualmente, grandes pequeños cambios en el comportamiento de su hijo de manera que ambos puedan disfrutar de nuevo de la relación padres-hijo/a.