La indecisión es algo que afecta a la mayoría de seres humanos en diferente proporción. Se trata de una actitud con un trasfondo útil, pero puede convertirse en una limitación paralizante cuando alcanza cierta magnitud o afecta a determinadas esferas vitales.
Diariamente se nos brinda la oportunidad de tomar decisiones acerca de diferentes opciones. Pueden tratarse de pequeñas y cotidianas determinaciones o de decisiones que cambien el rumbo de nuestra vida. Dedicar un tiempo a la reflexión y reposo de las ideas es útil y necesario, no obstante también lo es aceptar que, en ocasiones, es necesario asumir cierto riesgo para avanzar y superarse con los cambios.
La ansiedad es una emoción común que supone una activación del organismo frente a una situación de amenaza o peligro. Implica pensamientos, sensaciones corporales y conductas que aparecen siempre de forma interrelacionada.
Síntomas como dificultad para respirar, taquicardias, sudoración o mareos van asociados a bloqueos y temores a la hora de afrontar ciertas situaciones que no siempre se corresponden con la realidad y que pueden conllevar conductas de evitación o de reducción en la actividad social de la persona.